SIETE RECORRIDOS de Marisa González

 

Recorrido 1:

La historia de esta fábrica transcurre durante tres siglos. Nace en 1898, como las macro fábricas de la arquitectura del desarrollo industrial, catedrales del siglo XIX, muere un siglo después, y sale a la luz de nuevo como documento en el siglo XXI.

Esta exposición no pretende hacer una reconstrucción de la vida de este testigo singular, de esta fábrica que producía «el pan nuestro de cada día», el de todos los bilbaínos hasta casi finales del siglo XX. Es un viaje a nuestro pasado histórico, a nuestra memoria colectiva, visto a través de una fábrica en Bilbao que fue testigo de mi infancia. Su destrucción ha sido el origen de la idea de este trabajo.

La arquitectura industrial del siglo XIX formaba parte del paisaje de la Ría de Bilbao. La presencia dominante de la industria metalúrgica, Altos Hornos y Astilleros entre otros, imprimieron a la ciudad su dimensión y carácter, que la configuraron como ciudad básicamente industrial. El producto de estas grandes industrias era ajeno a la cotidianeidad del bilbaíno; eran su paisaje, su arquitectura las que condicionaban su vida. No era éste el caso de la fábrica Harino Panadera de Vista Alegre, ya que lo que transcendía en el día a día era su producto. La edificación de la fábrica, su arquitectura, su imagen, pasaba desapercibida en la vida urbana de la ciudad, por estar oculta detrás de la Plaza de Toros.

 

SEVEN ROUTES by Marisa González

 

Route 1:

This factory’s history goes through 3 centuries. It is born in 1.898, like the macro-factories of the industrial development’s architecture, cathedrals of the 19th Century. It dies a century later, and sees the light again as a document in the 21st Century.

This exhibition does not intend to reconstruct the life of this singular witness, this factory which produced «our daily bread», that of all the inhabitants of Bilbao until the end of the 20th Century. It’s a voyage to our historical past, to our collective memory, seen through the eyes of a Bilbao factory which was witness of my childhood. Its destruction has been the origin for the idea of this work.

The 19th Century’s industrial architecture was a part of Bilbao’s Ría. The dominant presence of the metal industry, tall ovens and shipyards, among others, gave the city its dimension and character, which made it a basically industrial city. These great industries’ product was something oblivious to Bilbao’s dailiness. It was its landscape, its architecture which brought together its life. This was not the case of the Harino Panadera de Vista Alegre factory, given that what transcended in the day to day was its product. The building of the factory, its architecture, its image, passed unseen in the city’s urban life, given it was hidden behind the Bull-fighting Arena.